jueves, 12 de enero de 2012

Cuento: Isabel - María Angélica Tapia Pérez




















El cuento Isabel, de María Angélica Tapia Pérez (Chile) resultó finalista en el concurso de Cuentos Contra el acoso escolar, organizado por esta revista.







Isabel


¡India!! Me gritaban y salían corriendo.
“India”, y la palabra quedaba retumbándome en la cabeza, “India” y era como un dolor de guata y me daban ganas de arrancarme de un tirón las trenzas negras que mi mamá peinaba en las mañanas.
Ñuque dice ella que le diga, que hable con la lengua, que no olvide las voces de mis abuelos, de mis ñañas… pero a mi antes me daba vergüenza, me quedaba callada en la mesa cuando me hablaba de nuestra gente, cuando habían ceremonias yo siempre decía que tenía que estudiar, que tenía fiebre; la obligaba a tocarme la frente buscando una enfermedad que no era otra cosa que mi vergüenza… mi mamá, me miraba desde el umbral de la puerta con sus ojitos negros de pena y me decía “ la próxima vez estarás conmigo en el purrún” y me dejaba la ramita de Canelo encima de la cama.
Es que ella no sabía, ella no sabía que cada vez que la señorita Fresia nos pasaba la lista, volvía el dolor de guata. La señorita Fresia nos miraba por debajo de los lentes y nos pasaba asistencia, uno a uno, y a cada nombre más fuerte me latía el corazón. La voz aguda y cantora de la profesora iba apellido por apellido; “Quiroga, Ramírez, Reyes, Rupailaf… Rupailaf ¿Srta. Rupailaf?” Cuando decía mi nombre: Isabel Rupailaf, un estallido de risas sonaba en mi espalda y luego una voz conocida repetía burlona la frase de siempre “no se rían que si la india se pica nos incendia la escuela”. Marianita me miraba sonriendo, rodeada de sus amigas que no disimulaban sus risotadas.
Siempre era lo mismo, siempre. La misma broma repetida, las mismas risas repetidas. Aprendí a volverme sombra, a pasar desapercibida, lejos de ojos que juzgan. El recreo era más agradable en la biblioteca, lejos de los gritos, entre los libros me sentía protegida, aceptada.
Al sonar la campana, era la primera en tomar mi mochila, en salir de la sala, casi corría para traspasar la reja que me alejaba de la calle. El viento de la tarde es siempre un agrado, en aquel momento parecía un regalo, y me iba pensando en el libro que había elegido de la biblioteca y que leería en la tarde.
Pero ese día fue especial; abría la puerta de mi casa, y un aroma inconfundible llegó a mi nariz, que me condujo inmediatamente a la cocina. Mi ñaña está cocinando, la veo de espaldas mientras canta y amasa lo que creo son sopaipillas. Cuando mi ñaña me ve llegar, deja de cantar y pone a un lado la masa, se limpia las manos en el delantal y extiende los brazos. Corro hacia ella y la abrazo, hundo mi cara en su delantal, y sus brazos regordetes me hacen sentir pequeña, más pequeña, aún más pequeña. Murmura palabras que no entiendo, pero hacen que un calorcito extraño entre a mi pecho, que sube a mi garganta, que de pronto es el nudo más apretado, y que llega a mis mejillas, se me cae la pena por la cara como un río incontenible que había estado esperando para emerger.
Mi ñaña me habló, buscó las palabras para que yo entendiera, me susurró con ternura pero con entereza…“Petu mongenleiñ, petu mapuchengen” (todavía estamos vivos, todavía somos mapuche). Me habló de sentirnos orgullosos, acarició mis trenzas y me dijo que por mi sangre corría la sangre de mi gente, que eso me hacía fuerte, que no ensordeciera mis oídos a los Ül, que ella veía el dolor que cargaba en silencio, pero que lo peor que podía hacer era silenciar mi alma.
Mi ñaña preparó mate y me habló sobre su llegada a la ciudad, sobre lo que significó ser distinta, sobre su orgullo de ser mapuche. La escuche y la pena se diluyó en la medida en que veía como se iluminaba su rostro, en la medida en que descubría cuanto sabía, cuanto había por descubrir.

Esa noche me fui a acostar con una sensación extraña, y tuve un pewma, un sueño como dirían mi ñaña y mi ñuque, pero no lo recordé cuando desperté.
Sólo sé que desperté distinta. No dejé que mi ñuque me peinara, yo peiné mi pelo liso y negro. Decidí dejarlo suelto, brillaba con la luz de la amanecida. Caminé tranquila a la escuela y al llegar a la sala escuché risitas y cuchicheos probablemente por el cambio de mi peinado, pero no le presté atención. Esperaba ansiosa el momento de la lista.
Como era costumbre la voz cantora de la señorita Fresia, inició su lista de apellidos “Poblete, Quiroga, Ramírez, Reyes, Rupailaf” – Isabel Rupailaf presente – me apronté a responder. El estallido de risas fue mayor y Marianita se vio obligada a improvisar una nueva ironía:

-“¿La indiecita amaneció con la pluma pará?”
-No. Soy mapuche y mi nombre es Isabel- respondí firme.



El asombro recorrió los rostros de mis compañeras habituadas al silencio obediente de siempre. Desconcertadas miraron a Marianita esperando una segunda intervención:

-La mapuchita quiere que le llame por el nombre, -¿y si no quiero? ¿vas a quemar mi casa, la escuela? – me miró desafiante.
-Quiero respeto Mariana y si no eres capaz de dármelo, jamás quemaría nada, sólo significa que no eres capaz de ser respetuosa con otros y que tienes mucho por aprender.
La tensión aumentó, evidentemente cambié las reglas del juego, modifiqué el orden establecido, y Marianita intentaba desesperadamente retomar su lugar de poder. Se acercó a mí y me tiró el pelo. Sin soltarlo me gritaba:

-¡Por eso andas así con el pelo suelto, porque estás rebelde mapuchita!
Me dolió muchísimo y la empujé para zafarme de sus tirones y le dije:

-Si algo amerita ser quemado, son tus pelos teñidos Marianita, que es obviamente lo único que tienes en la cabeza.
Todos se rieron, Marianita me miraba furiosa desde el suelo. Para entonces la Señorita Fresia se había sacado los lentes e intentaba calmarnos con su voz aguda y temblorosa, se acercó a mí, me tomó con su brazo izquierdo y a Marianita la tomó con el brazo derecho y nos llevaron a ambas a dirección.

-¡Castigadas! - Nos cantó enojadas la Srta. Fresia.



Yo no escuché nada de lo que decía la directora, estábamos las dos de pie en su oficina con la cabeza gacha, escuchando la perorata eterna de la directora. Yo estaba muy concentrada pero no en lo que me decían, sino en disimular mi sonrisa, porque ese día entendí que yo podía defenderme, y se sentía mucho mejor que soportar las burlas, no importaba el dolor del tirón de pelo, ya no le tenía miedo.

Cuando volví a la sala la señorita Fresia nos miró severa y continúo hablando de geografía. Me senté, saqué mi cuaderno y comencé a trabajar. Poco a poco, se acercaron compañeras a preguntarme lo ocurrido en la oficina, a ofrecerme sus apuntes de lo que me había perdido, a preguntarme qué haría después de clases. Estaba realmente feliz.

La siguiente tarde invité a varias de mis compañeras a oír las historias de mi ñaña y a compartir un mate.

Hoy estoy muy orgullosa de mi apellido, si cada vez que lo escucho me parece más bello, como el viento en la tarde. El colegio dejó de ser una tortura, tengo mis amigas y Marianita, bueno, ella no es mi amiga, pero ya no me molesta, porque sabe que puedo y me voy a defender.
Todo ha cambiado mucho. Ahora mi ñuque está feliz porque la acompaño a las ceremonias, participo del purrún, si antes bajaba la cabeza con vergüenza, hoy mantengo mi frente arriba, sintiéndome realmente orgullosa. Y mi ñaña, mi ñaña me enseña la lengua para que no muera en los viejos, para que yo mantenga viva las voces de mis antepasados.

Yo soy Isabel Rupailaf y soy mapuche.


(c) María Angélica Tapia Pérez




Santiago de Chile




imagen: foto de la Muestra Mapuche Arte de los Pueblos del Sur, organizada por la Fundación Nicolás García Uriburu en el Museo José Hernández


lunes, 9 de enero de 2012

Los Cazurros en TV Pública y Pakapaka

















(Buenos Aires)






La TV Pública y Pakapaka abren sus puertas e invitan a disfrutar de “Los Cazurros” en vivo y gratis en estas vacaciones de verano.
El dúo presentará su exitoso show “Al rescate de la imaginación”, todos los domingos de enero a las 19.00 en el Estudio 1 de Canal 7 con entrada gratuita
Las entradas se retiran con anticipación hasta media hora antes de la función
en Tagle 2847 (a media cuadra de Avenida Figueroa Alcorta al 3.000) Buenos Aires. Argentina.
En estas vacaciones, la Televisión Pública y Pakapaka presentan todos los domingos de enero a las 19.00, el show de Los Cazurros, con entrada gratuita en el Estudio 1 de Canal 7.
El primero de los shows será para celebrar el Día de Reyes Magos el primer domingo 8 de enero a las 19.
Debido a la capacidad limitada del Estudio, las entradas se deben retirar con anticipación hasta media hora antes del show, en Tagle 2847 - Ciudad Autónoma de Buenos Aires(a media cuadra de Avenida Figueroa Alcorta al 3000).
En esta original y renovada propuesta de Los cazurros, Pablo Herrero y Ernesto Sánchez convertirán el estudio en un espacio de juego, recreando distintas historias con climas, personajes, colores y música, en las que ellos se mezclan para ser titiriteros, actores, monologuistas, cómicos, imitadores o clowns. Así, como dos antihéroes, logran convencer a chicos y chicas que en este lugar todo es posible con sólo dejar volar la imaginación.

La historia, los objetos, curiosas imágenes proyectadas en video y los personajes se suman cómplices a la risa de grandes y chicos. El espectáculo busca mirar con otros ojos, descubrir una segunda mirada, jugar con la equivocación no como un obstáculo sino como un disparador de ideas. Mostrar el truco sin perder la magia. Abrir el abanico de posibilidades y no limitar la acción y la ocurrencia. Como en todos sus espectáculos, Los Cazurros profundizan sobre la idea del juego, compartiendo con grandes y chicos los códigos comunes que vienen construyendo desde su primer espectáculo.









http://www.pakapaka.gov.ar/ / http://www.encuentro.gov.ar/



Pakapaka es un canal federal, donde los chicos y las chicas son los protagonistas. Es un lugar de diálogo con la escuela y un espacio lúdico e imaginativo. Para Pakapaka la infancia actual es un desafío.

sábado, 7 de enero de 2012

Cartas: Helí Ronald Leiva Echevarría*

Estimada Araceli:


Ante todo que Dios la bendiga en el presente año 2012 y que sus metas puedan cumplirse a plenitud en la compañía de su familia y seres queridos.Realmente es un grato honor el haber resultado ganador en el concurso organizado por su prestigiosa revista y agradezco la maravillosa oportunidad que brinda a todas las personas de participar con cuentos, mensajes y todo tipo de actividades que tienen como finalidad el brindar a los niños un mundo lleno de amor, comprensión y solidaridad.

Cordialmente

Heli Ronald Leiva Echevarría
Lima
Perú


Helí Ronald Leiva Echevarría ganó el Premio del concurso Contra el acoso escolar, organizado por la revista infantil Barco de papel.

miércoles, 4 de enero de 2012

Cuento: Depredadores - Rossana Duarte Martín
























(Buenos Aires)








El cuento Depredadores de Rossana Duarte Martín (Lanzarote, Islas Canarias) resultó finalista en el Concurso Contra el acoso escolar organizado por la Revista Barco de papel.








------------------












Depredadores








-No te preocupes- me dijo mamá- casi a punto de llorar.

La vida pasa, con sus días y con sus años, como siempre, pasa.
Mientras me acariciaba las trenzas que colgaban rubias, desde mi cabeza hasta mi cintura. Mientras el director del centro rellenaba un formulario de accidentes ella sin mirarlo, me repetía una y otra vez, ya verás cariño, mañana verás la vida de otra manera.
A mis doce años recién cumplidos creo que había llorado más de lo que había reído, pero sabía que era un problema de la familia desde siempre. A mi madre le había pasado exactamente igual, ya que casi nunca reía, pero si tenía los ojos rojos de llorar aunque nunca o casi nunca delante de mi.
Mientras nos alejábamos del despacho del Director del centro, mi sensación era de seguridad entre los brazos de mi madre. Ya, las palmas de las manos no me sudaban y el corazón ya no intentaba salirse del pecho. Pensar que volvía a casa esa mañana, a mi guarida, era lo mejor que me había pasado en la última semana.


- Mami, ¿me vas a cambiar de centro?- pregunté
- Si, pero no tienes que preocuparte de nada, me contestó.


De camino en coche, puso a Beethoven, siempre lo ponía, según ella para pensar. Mi mirada se desparramaba por el cristal y obligué a las bandidas de mis lágrimas a que no hicieran aparición de nuevo, mamá realmente sufría si no estaba contenta.
Mirar a mamá por el rabillo del ojo para saber como se encontraba continuamente, esa acción se había convertido en un hobby, ya que era algo que solía hacer cuando ella me decía que tenía que pensar.
De camino a casa paramos en una cafetería. Siempre cuando teníamos problemas en casa lo hacíamos para poder hablar mejor, me decía mamá. Nos bajamos y ya sabía que se pediría un café con leche y yo un zumo de naranja.
Ese día algo cambió. De repente se levantó y me dijo:




- Ana vámonos no me apetece tomar nada ¿y a ti?
-Tampoco, mamá.


Caminamos durante mucho tiempo sin hablar de nada importante excepto que se había pedido el día para estar a mi lado.
Cuando vimos justo delante de nosotras un banco decidimos que era el momento de parar y descansar un poco.
-Ana, sabes que te quiero muchísimo.
-Si- dije mirándola a los mares que tenía por ojos.
-Vale- no puedes permitir nada de lo que te está pasando.
Me siento culpable por tantas cosas que hay días que no me perdono ni mi propia vida. Nacer prematura y que te quedaran secuelas ha sido para mi el mayor sufrimiento por el que he tenido que pasar. Luchar para que no fueras diferente a los ojos de los demás a sido la máxima en mi vida, pero ahora te toca a ti, decidir lo que tienes que permitir y lo que no.


-Mamá, te prometo que no va a volver a pasar.
-No, Ana no puedes mirar hacia otro lado, mamá no estará aquí a tu lado toda tu vida y mi deber desde el día en que naciste ha sido hacerte más fuerte psicológicamente para que te aceptaras.
Las lágrimas que caían de los ojos de mi madre, eran puñales en mi corazón, pero tenía razón en casi todo lo que me decía. Solo tenía a mi madre y ella solamente a mí. Cuando tuve cinco años mis padres se separaron y tuvo que ser “algo” traumático porque nos fuimos desde Madrid a Lanzarote a vivir. Mamá renunció a su familia, a sus amigos , y a todo lo que conocía hasta ese momento. Todo por alejarnos de mi padre , del que nunca más supe nada. Yo no preguntaba por él, y tampoco mamá me contaba nada. El invierno que llegamos a nuestra nueva casa, la Isla de Lanzarote era pues eso, una isla , pero mamá se empeñó en hacer que la conociera y así la pudiera querer como hoy la quiero. Ella, estudiaba de día y de noche y casi no dormía, tenía que aprobar unas oposiciones para poder trabajar. Lo consiguió y pudimos cambiar de casa, a una zona un poco mejor y comenzó después del verano mi colegio nuevo. No tengo sino vagos recuerdos del primer día, pero sentí miedo y soledad cuando mamá se fue y me dejo.
Prometíamos continuamente contarnos todo, pero por mi parte no lo podía hacer, le destrozaría el alma si le llegara a contar que mi día a día era horrible, una auténtica pesadilla. Se moriría si supiera que a su niña(como ella me llamaba) María que se sentaba a mi lado en clase, al ver que me levantaba, me ponía un traspiés para que el resto de compañeros y compañeras pudieran tener una risa asegurada cuando lo que dábamos en clase era aburrido, que mi profesora cuando eso ocurría, me decía que me dejara de llamar la atención aunque fuera un día al año, mientras me miraba con cara de asco, que el resto de alumnos y alumnas a la mínima que sufriera, disfrutaba, que en el baño, solo había pintadas con mi nombre donde lo más bonito que escribían era “Para María la coja de mierda” y tantas cosas que la harían sufrir tanto que nunca sabría.
Cronológicamente tenía doce años, pero si hubiese existido una edad para determinar el sufrimiento tendría unos cien, creo. Desde que había empezado en el cole, recuerdo como los niños de seis años me decían que yo no tenía padre, físicamente no me dijeron nunca nada, con esa edad no eran conscientes, quizá tendría que haberlo contado pero mamá en esa época con la separación de mi padre ya tenía suficiente. Ellos mismos, al ver que nadie me defendía, pues acentuaban con más saña la crueldad la que me sometían y así fueron pasando los años hasta el día de hoy.
Mis profesores sabían perfectamente lo que pasaba, pero no intervenían, y mi tutor siempre me recalcaba que no los mirara ni les contestara, algo que yo, hacía muy bien, pero que nunca funcionó.
Mientras pensaba en todo esto, ella no paraba de mirarme con el amor que solo una madre como la mía, podía haberlo hecho.


-No te preocupes, mi madre preciosa, de verdad que no pasó nada , solo tropecé porque ya tenía las piernas cansadas. Le dije al oído mientras nos dábamos un abrazo.
-¿De verdad? Déjame mirarte bien la espalda. Al levantarme la camisa vio como tenía cardenales y eso la desesperó aún más.
-De verdad, mamá que los cardenales son de darme golpes yo misma. Sabes lo patosa que soy -
dije sin poder mirarla a los ojos.
Retrocedimos por donde vinimos, para poder llegar al coche. Justo cuando iba a entrar en la parte del copiloto mi madre me rodeó con sus fuertes brazos y me besó tan fuerte que, que creí que me arrancaría el trozo besado, pero mientras cerraba los ojos supe que eran los regalos que más me gustaban, sus besos.
Todo en la vida es posible, pero nos empeñamos en hacerlo imposible. Esa frase de mamá era como el pan nuestro de cada día. La reflexionaba en voz alta.


¿Dónde quedó la diferencia del ser humano a la del animal?


Al vivir en el archipiélago canario, teníamos a nuestra disposición seis islas más para poder empezar una vida nueva, dijo mamá mientras cenábamos.




-Voy a pedir traslado de Cabildo a Cabildo y desde que me lo concedan mi vida, nos vamos a rehacer nuestras vidas.
-Pero .. ¿y mis amigas?
-No importa eres joven harás más, y si lo son de verdad seguirán siéndolo.
Ella no sabía que nadie quería acercarse a mí porque mi discapacidad se pegaba según mis compañeros. Pero si sabía que a ella le gustaba cuando le mentía y le contaba que cualquier tarde saldría con “ellas” a dar un paseo.
Al día siguiente no fui al cole, pero desde que mamá salió a trabajar , no paraban de llegarme msn al móvil ,eran mis compañeros y compañeras, donde me amenazaban continuamente sobre lo que me harían a mi o a mi madre si contaba lo que había pasado. Un mensaje llegó deseándome que me recuperara, fue de mi tutor. Ese adulto que había impartido clases durante veinte años pero prefería no hacer nada por una alumna a la que a todos machacaban.
Por supuesto no contesté a nada, es más, apagué el móvil. Me puse en el salón acostada mientras veía la tele. Mamá llamó muchas veces y al no contestar se acercó a casa en la hora del desayuno asustada.


-Lo siento, lo tengo apagado, pude articular mientras ella me miraba con cara agradecida por encontrarme bien.
-Vale, pero tenlo operativo. Salgo a las tres, la comida está en la nevera si tienes mucha hambre, sino espera por mi para comer juntas, me dijo mientras cogía el bolso del sillón, las llaves de la mesa y me daba un beso.
Al nacer tan prematura tenía unas contracturas musculares fuertes y dolorosas mi enfermedad se llama espasticidad. Esta enfermedad produce que mis tendones no hayan crecido a la par que el resto del cuerpo y visualmente se traduce en caminar diferente, como lo llama mamá. Ella se ha desgatado buscando soluciones para mí pero por ahora, la solución definitiva no ha llegado.
Al tener encendido el móvil, oía desde la cocina como seguían entrando mensajes, pero la verdad, me daba igual. No entendía como se seguían gastando dinero con el afán de humillarme. Empujarme por la escalera hasta hacer que rodara por ella no había sido suficiente. A veces creía que la muerte tenía que ser como la vida de otras niñas, la muerte tenía que ser maravillosa, creo que se vivía en paz.
La primera vez, que pensé en morir tendría diez años y mientras me llenaban la cara con pintadas de tizas mientras cuatro compañeros y compañeras me agarraban en el suelo, fue en lo único que pensé, pero después me acordé de mamá y la idea se fue.
Hoy vuelvo a pensar en ello, también creo que mamá si yo no estuviera podría rehacer su vida. ¿Quién querría a alguien como yo, si mi padre casi mata a mi madre cuando supo que tenía problemas físicos?
Ya tengo doce años. Realmente mi madurez indica otra cosa, pero aunque con mamá bajo el nivel para que no me conozca realmente, si se con mi edad lo que “no” quiero.
No quiero que me llamen Quasimodo, no quiero que mi vida siga así entre miedo en la calle, mirando siempre para atrás por si me siguen, y me hacen algo más de lo que ya me han hecho, no quiero que mi madre sepa nada de lo que he vivido y vivo, no quiero en definitiva sufrir más.
Cuando mamá llegó, corrió hacia mi, la recuerdo gritando y llorando y desesperada me abrazaba entre sus brazos.



- ¿Por qué Dios, por qué …?



Una vecina llamó a la ambulancia y ya no recuerdo nada más, a partir de ese momento.
Nadie sabe que puedo oír. Las enfermeras hablan de sus cambios de turnos y lo horrible que es la supervisora, los médicos sobre lo buena que está la auxiliar nueva y en general todos los que pasan están ciegos. Se que estoy en el hospital y sé que mi madre, aunque no puedo mover la cabeza, está ahí a mi lado como siempre.
Intento gritar, para decirle que es lo mejor para las dos, ya que mi vida nunca cambiará pero la suya sin mí, seguramente lo hará, pero la voz no me sale.
Llevo un tiempo que no sé cuanto es en horas o días pensando que lo que ha pasado tendría que contarlo para que no se lo hicieran a nadie más, ellos , los depredadores no se quedarían sin un juguete roto mucho tiempo, encontrarían a alguien como yo, para poder seguir sintiendo el poder.



-Buenos días, le dicen a mamá,
-Buenos días, contesta ella.



Las voces las oigo distorsionadas,(me recuerdan a Lord vader el de la guerra de las Galaxias).
Si María quiere volver volverá su coma es reversible pero es ella quien decide la ciencia la mantiene pero solo ella tiene el poder de hacerlo.
QUÉ ALEGRÍA, mi abuela y mis tías vinieron a verme, las oigo dándoles besos y abrazos a mamá..
Tengo que despertarme, tengo que despertarme, pero ¿cómo lo hago?



- Doctor, doctor, gritó mamá mi hija mueve los pies, doctor gritaba cada vez más fuerte mamá..
-María, despierta venga estamos todos aquí solo tienes que querer hacerlo, venga mi niña..
-Mamá.. lo siento, y justo cuando lo pensaba pude hacerlo. Abrí los ojos y pude verla, estaba llorando y el doctor la hizo salir fuera.



No sé cuanto tiempo me miraron cada poro de mi piel, pero al llamar a mamá, mientras no podía dejar de llorar la hicieron pasar a mi lado.
-Te quiero y si te vas, yo me hubiese ido contigo. Cuanto siento todo lo que has tenido que vivir, cuanto lo siento cariño.


Después de tantas llamadas de teléfono y tanta distancia pude ver a mi familia, la única, (a parte de mamá ) que tenía. Fue el día más feliz de mi vida que recuerdo. Todas las personas lloraban, pero esta vez de felicidad.
A la semana salí del hospital, a la siguiente volví al colegio donde nada más entrar por el portón los alumnos y alumnas de mi clase me esperaban para saludarme y aplaudirme y la tercera todo era normal. A María la echaron del centro a Juan lo expulsaron indefinidamente hasta que su familia también lo cambio a otro colegio y a mi tutor, lo despidieron
A los tres meses, a mamá la destinaron a Fuerteventura y nos trasladamos allí a vivir. Ella supo de mi realidad cotidiana por mi móvil y tuvo las pruebas suficientes para denunciar. Primero al centro, luego a mi tutor y por último al director. Lo más importante fue saber que en el colegio no volvería a pasarle nada a nadie. Hoy estoy en una playa maravillosa de arena blanca y mar turquesa en mi nueva isla. Mamá se enamoró de un compañero de trabajo que hace poco empezaron a salir. A mi me gusta un chico por primera vez y por supuesto nada más de secretos, mamá ya lo sabe.
Tengo trece años y la vida puede ser maravillosa, si queremos que así sea.








(c)Rossana Duarte Martín








Municipio de Teguise.






Lanzarote.




Islas Canarias

martes, 3 de enero de 2012

Cuento: La fortaleza de la unidad - Helí Ronald Leiva Echevarría












(Buenos Aires)

El cuento La fortaleza de la unidad, de Helí Ronald Leiva Echevarría (Lima, 1980)resultó ganador en el Concurso Contra el acoso escolar, organizado por la revista Barco de papel.





LA FORTALEZA DE LA UNIDAD

Empezaba nuestro primer año de educación secundaria y, cómo era costumbre en nuestra localidad, los colegios superiores recibían a los niños que habíamos concluido nuestra educación primaria.

Mi colegio era mixto, es decir éramos alumnos varones y mujeres. Entre mis compañeros nuevos, se encontraba un niño de doce años. Era mediano de estatura, tenía la piel quemada por el frío, típico de las personas que han vivido por años en zonas altas de la cordillera; tenía unos ojos negros pero temerosos y siempre mantenía la cabeza agachada como esperando recibir una orden, reprimenda o castigo.

Desde el primer día de clases, la mayoría de compañeros lo apartó y, cómo cada niño escogía con quién compartía su carpeta bipersonal; Lucas, que así se llamaba mi compañero de clases, fue relegado a la última fila.

Dentro del salón de clases se nombraba a un brigadier o alumno con buenas calificaciones, para que se encargara de velar por el orden interno en el salón de clases. Esta responsabilidad en esa oportunidad recayó sobre mí. Cada día que pasaba era testigo de cómo otros niños, maltrataban a Lucas. Le ponían sobrenombres como “dinosaurio” porque lo veían pasado de moda, y lo convertían en el centro de las burlas con otros insultos irrepetibles que, con sólo oírlos, indignarían a cualquier persona.

En una ocasión, Fernando, el alumno más alto y abusivo del salón, golpeó a Lucas por el simple hecho de no haberlo saludado. La persecución contra el pobre Lucas era tan asfixiante, que dejó de asistir a clases por espacio de una semana.

Decidí indagar por el paradero de Lucas, para poder visitarlo y tratar de ayudarlo. Comenté con mis padres la situación de mi compañero y ellos me ayudaron a ubicar la dirección de mi colega. Fui a visitarlo y conocí su triste realidad. Lucas era un niño huérfano de padre y madre que vivía en una casa con una hermana mayor. Ésta hermana mayor, madre de tres hijos, salía a trabajar de día y regresaba a casa por la noche. Lucas llegaba de clases y cocinaba el almuerzo para sus sobrinos. En las tardes, preparaba unos dulces en base a azúcar, maní y coco y los vendía en la puerta de otro colegio cerca de su casa. Con ese dinero ayudaba a comprar los víveres y útiles escolares para él y sus sobrinos.

Animé a Lucas a volver al colegio. Le hice ver que necesitaba estudiar para poder ser una mejor persona y tener posibilidades de progresar en la vida. Me comprometí a defenderlo y apoyarlo en lo que se refería a las clases, tareas y en cuanto a los demás compañeros del salón. Al principio, Lucas no quiso volver al colegio, pues temía ser maltratado nuevamente. Le prometí que hablaría con los profesores y los demás para que lo traten mejor.

Con ayuda de mi profesora asesora se citó a una reunión de urgencia a los docentes y padres de familia. En ésta reunión se trató el caso del niño maltratado y se comprometió a los padres para que conversen con sus hijos a fin de evitar un futuro maltrato.

Igualmente los docentes hablaron en su horario asignado, invocando a la unidad entre los integrantes del salón. La psicóloga del colegio también impartió charlas para que los alumnos aprendieran a rechazar la discriminación. Sin embargo pese a las sugerencias y advertencias, un grupo de alumnos de pésima conducta

A pesar de las advertencias y compromiso de los padres, algunos alumnos se mostraban reacios a respetar a Lucas y hacían caso omiso de las advertencias. En forma sutil, lo marginaban y en el peor de los casos lo agredían cuando los docentes estaban ocupados, de manera que no podían percibir el maltrato.

Un día durante la clase de educación física, el profesor nombró a los líderes del grupo para conformar los equipos de fulbito. Nombraron a José, Raúl, Percy y yo.

Los líderes de cada grupo empezaron a elegir a los mejores jugadores:

Fernando, ven a mi equipo- gritó Raúl.
Luis, ven con nosotros- dijo Percy.
Jhonatan, únete a los mejores- dijo José
Lucas, eres bienvenido- dije sonriendo.
Todos incluyendo Lucas se sorprendieron de mi elección. Incluso algunos de ellos trataron de convencerme, inútilmente claro, de que sacara a Lucas de mi equipo.

Miren muchachos – les dije- si no están de acuerdo con mi decisión pueden cambiarse de grupo.
Inmediatamente Manuel, Kevin y Adrián se retiraron de mi equipo dejándonos a Lucas, a Orlando y a mí.

Me acerqué al profesor y le pregunté qué alumnos no tenían equipo. Me señaló a tres compañeros que habían sido apartados por los demás. Estos tres niños que habían sido discriminados eran: Wilmer que tenía anteojos, Elmer que era pequeño de estatura y Serafín que sufría de obesidad. Me acerqué a ellos y les pregunté si querían jugar para mi equipo. Ellos se alegraron de ser parte de mi grupo.

Antes de iniciar el pequeño cuadrangular relámpago entre los cuatro equipos, reuní a mi grupo y les arengué a luchar por conseguir un triunfo.

El día de hoy nos hemos reunido para conformar un grupo selecto de amigos. Un grupo unido que ha logrado conformarse debido a nuestras habilidades especiales y no por nuestros defectos. Cada uno de nosotros lleva dentro de sí a un campeón con sed de gloria, que ya está cansado de ser humillado y de vivir menospreciando sabiendo que tienen todo el potencial de levantarse y vencer a todos los obstáculos que le impiden progresar. Hoy es el día de desterrar nuestros miedos. Nadie es más, ni menos que nosotros. Somos un grupo de hermanos que buscamos ganarnos el respeto de los demás a costa de nuestro esfuerzo. Nadie sino nosotros somos los dueños de nuestro propio destino. Unidos nadie nos vencerá, ni nos maltratará, ni perseguirá. Todos protegemos a uno y uno verá por la protección de todos. ¿Están decididos a ser campeones el día de hoy? – grité con todas mis fuerzas.
Sí me respondieron al unísono mi equipo-
Muy bien, les dije. Ahora vamos a utilizar nuestras fortalezas para vencer nuestras debilidades. La estrategia es muy sencilla, sólo necesito que me presten mucha atención.
Orlando y Elmer – dije separándolos del grupo - ustedes serán los encargados del ataque. Ustedes son los más pequeños, pero también los más veloces. No enfrentarán directamente a los rivales, porque en un choque frontal, los demás equipos nos destruirían. Pero seremos más inteligentes que ellos. La fuerza que nos falta la compensaremos con su velocidad para conducir la pelota. No se dejen alcanzar por los demás.
Wilmer - le dije al niño de anteojos- Tú serás el encargado de transitar la pelota entre la defensa y el ataque. Si bien es cierto, tu apariencia te hace ver como un muchacho frágil; sin embargo eres una de nuestras armas secretas. Serás rápido al pasar la pelota, de la defensa al ataque y del ataque a la defensa; de esa forma no permitirás que te toquen cuando tengas el balón y nadie tendrá una excusa para chocar contra ti.
Lucas y Serafín – dije señalándoles la posición que les correspondía en el campo de juego- ustedes serán la defensa. Lucas – dije mientras lo miraba a los ojos- tú sabes lo que es soportar las inclemencias del tiempo y de la gente. Eres fuerte y necesitamos esa fortaleza para que no dejes pasar ninguna pelota hacia el arco. – Serafín – dije mirando al más grande de nosotros- tú eres grande y fuerte, muchos se burlan de ti porque sencillamente es una forma de expresar el temor que te tienen por las grandes cosas que puedes lograr. Al igual que Lucas te encargarás de no permitir la entrada de ningún balón al arco. También protegerás a Lucas, a Wilmer y a mí de los ataques de los demás; y cuando los demás quieran atacarte estaremos ahí para defenderte.
Finalmente yo me encargaré del arco. No se preocupen que siempre he practicado en esa posición. Si todos cumplimos con nuestras obligaciones y nos protegemos unos a otros nadie nos vencerá.
El campeonato que se desarrolló entre los cuatro equipos será recordado por muchos años. Nosotros éramos, a decir de todos, el peor equipo. Y ésa era nuestra fortaleza. Al habernos subestimado los demás equipos, se relajaron y quedaron descubiertas ante nosotros sus debilidades. Esas oportunidades no las desaprovechamos y pudimos sorprender a todos nuestros rivales. De nada sirvieron los esfuerzos de los demás, pues nuestro ataque era rápido y contundente. El equipo de José cayó goleado 5 a 0. El equipo de Percy nos adelantó en el marcador con un gol, pero nos recuperamos y Orlando metió el empate. Sobre el final un tiro de esquina sobre el arco contrario cayó a los pies de Wilmer que metió el gol del triunfo. Marcador final 2 a 0. El último partido era el definitivo. El equipo de Raúl era el candidato para ganar la copa. El partido fue intenso, Fernando buscaba la oportunidad de patear a Lucas, pero éste era rápido y se resguardaba donde Serafín. Contra Serafín no podía nadie. Quedamos 0 a 0. La final fue por penales. Tapé tres penales y Wilmer, Elmer y Lucas nos dieron los tantos del triunfo. Terminamos 3 a 2 y ganamos la ansiada copa.

De ahí en adelante nos volvimos un grupo muy unido, nuestra amistad no quedó en la cancha. Nos cuidábamos entre nosotros y ante cualquier forma de abuso, éramos los primeros en denunciarlo ante los profesores y el director. De esa forma no sólo nos cuidábamos nosotros, sino que también ayudábamos a prevenir cualquier forma de abuso contra algún inocente compañero.

(c) Helí Ronald Leiva Echevarría












Lima



Perú


dibujo:

de la serie Dibujos del C.P. Constantino Ródenas de Quart sobre que quieren ser de mayores

domingo, 1 de enero de 2012

Canal Pakapaka anuncia programación de enero



































































































(Buenos Aires)



El canal Pakapaka dedicado al público infantil anunció su programación para el mes de enero:



Ronda Pakapaka (De 2 a 5 años) Pakapaka (De 6 a 11 años)



DESTACADOS




Minimalitos
en Ronda Pakapaka (de 2 a 5 años)

Esta serie aborda con imaginación y humor situaciones cotidianas que viven los chicos y chicas que empiezan el jardín, como las relaciones entre ellos, sus padres y los maestros, así como sus emociones y reacciones ante distintas circunstancias.



Lunes a viernes a las 13:30

Sábados a las 11:30



Dale que
en Ronda Pakapaka (de 2 a 5 años)

“Dale que” es una serie para niños de entre 3 a 5 años de edad, cuyo sentido general es invitar a momentos de juego, en todas sus variantes y posibilidades, estimular el juego y la imaginación, promover y valorar el derecho a jugar y el placer del juego, así como valorizar la existencia de tiempos y espacios para el juego.

Una serie en el que chicos y chicas de diferentes países experimentan la aventura de viajar a lugares desconocidos para hacer nuevos amigos, y a través de las experiencias que comparten entre sí descubren y comprenden otras formas de pensar y de vivir.



Lunes a viernes a las 15:30

Sábados a las 10:45

Domingos a las 10:15



Animanía
en Pakapaka (de 6 a 12 años)

Presenta: Nazareno Casero



Programa realizado por la TV pública. Nazareno Casero presenta pequeños documentales adquiridos de la BBC sobre animales.



Lunes a viernes a las 16:30




Toco con todos
en Pakapaka (de 6 a 12 años)

Un chico o una chica aspirante a músico es invitado a participar del programa en el que, si cumple ciertas consignas dadas por su profesor, podrá tocar con su músico favorito. El reality acompaña la práctica y el esfuerzo del protagonista para poder tocar con un músico o banda consagrados.

También descubrimos cómo hacer instrumentos caseros, cómo hacer música con la boca de la mano de un beatboxer profesional, ampliamos conocimientos del sonido, la acústica y más curiosidades alrededor del mundo de la música.



Martes a las 12:00 y a las 18:00

Miércoles a las 22:00

Sábados a las 16:00



Un dibujo muy animado
en Pakapaka (de 6 a 12 años)

De la mano de Renata, la egocéntrica Magalí Mones y el experto Lito Grafito conoceremos los secretos de la animación: ¿cómo se hace un dibujo animado? ¿Qué es el stop motion?

¿Cuáles son los pasos para crear y animar historias? Todas las ideas y los secretos para que los chicos puedan hacer sus propias animaciones, además de disfrutar divertidas historias animadas de gran calidad artística.

El micro “Los secretos de la animación” es una producción especial realizada por la Cooperativa de Animadores de Rosario para este segmento.



Miércoles a las 12:00 y a las 18:00

Domingos a las 14:00



Biblioteca infinita
en Pakapaka (de 6 a 12 años)

Tolomeo es un lector ávido y el responsable de la Biblioteca Infinita, un espacio que alberga todos los cuentos escritos y por escribir del mundo. Con la ayuda de una eficiente bibliotecaria cibernética, Alejandría, Tolomeo se embarca en la dificilísima tarea de recopilar y catalogar todos los cuentos, incluso los que aún no existen. Para eso contacta a reconocidos escritores para pedirles un cuento inédito, y a igualmente famosos ilustradores para que le brinden imágenes, colores y formas, no sin antes entrevistarlos y preguntarles cosas sobre el oficio de escribir e ilustrar. El cuento inédito es finalmente narrado por narradores profesionales, a medida que vemos la ilustración en proceso.



Miércoles a las 12:30 y 18:30

Domingos a las 14:30



La casa de la ciencia
en Pakapaka (de 6 a 12 años)

La casa de la Ciencia, es una serie cuyo objetivo es acercar el mundo de la Ciencia a los chicos y chicas de entre 6 y 12 años, a través de preguntas e inquietudes cotidianas que pueden resolverse mediante experimentos realizados con elementos cotidianos y cercanos a los chicos, propuestos y realizados por los conductores, el Dr. Gabriel Gellon y la Dra. Melina Furman, reconocidos científicos con experiencia en actividades científicas para y con los chicos y chicas. La serie contará además con la presencia del Dr. "G" (Dr. Diego Golombek), que despejará algunas dudas cada vez que sea sorprendido por los conductores en distintas actividades.



Jueves a las 12:30 y a las 18:30

Domingos a las 13:30




Feria de variedades
en Pakapaka (de 6 a 12 años)

Pasen y vean el más extraordinario muestrario de las Artes Bellas! ¡En esta feria podrán disfrutar de espectáculos musicales, obras pictóricas, un pequeño bosque ilustrado y la más variada sinfonía de artes escénicas, que los dejarán con la boca abierta! En este espacio de fantasía, Juan Laguna sin Patos y la encantadora Frida nos invitan a compartir espectáculos musicales, trucos de magia, videoclips de chicos músicos, visitas a museos y chicas y chicos haciendo las más variadas expresiones del arte y disfrutando de ellas.



Jueves a las 12:00

Domingos a las 13:00



En globo por el globo
en Pakapaka (de 6 a 12 años)

Renata y Rodolfo viajan en globo y recorren ciudades de todo el mundo en las que los chicos del lugar nos enseñan sus juegos preferidos. Además, en cada capítulo, visitarán también una ciudad de nuestro país para recorrerla de la mano de los chicos y chicas que viven allí.



Viernes a las 12:00 y a las 18:00



NUEVOS CAPÍTULOS



“La Lleva” Latinoamérica (el juego de la mancha por América Latina)
en Pakapaka (de 6 a 12 años)

Una mega producción realizada en conjunto con Colombia, México y República Dominicana. Con formato de reality, esta serie de 24 capítulos fue grabada en 24 ciudades a lo largo de 4 países de América Latina.



Lunes a viernes a las 11:30 y a las 20:00

Sábados a las 15:30

Domingos a las 17:00




Pakapaka ¡de película! A pedido
en Pakapaka (de 6 a 12 años)

Presenta Memé ( Victoria Almeida)



Un ciclo de películas clásicas para toda la familia, donde Memé (Victoria Almeida) presenta las piezas audiovisuales luego de recibir pedidos telefónicos.



Sábados a las 17:00



El pacto – Adquisición – Dinamarca
en Pakapaka (de 6 a 12 años)



Una serie donde la bruja está amenazando con destruir la vida de las hadas, un pacto secreto y una peligrosa cruzada en busca de la magia. Un joven niño y un hada se unen en la batalla para encontrar el pacto mágico que pueda salvar el mundo fantástico de las hadas.



Lunes a viernes a las 10:00 y a las 19:30

Sábados a las 18:30

Domingos a las 15:00 y a las 21:00



Vuelven



Los mundos de Uli
en Pakapaka (de 6 a 12 años)

Uli, su oso Galileo y su hermana Amanda viajan con la imaginación a distintos mundos, donde viven experiencias divertidas llenas de emociones y fantasía. Esta serie, que combina ficción y animación, busca en cada capítulo estimular en chicos y chicas la exploración de los entornos naturales, sociales y culturales, experimentando vivencias y sensaciones nuevas a partir de otras que les son familiares a los chicos.



Lunes a viernes a las 14:15

Sábados a las 12:15



Misión aventura III
en Pakapaka (de 6 a 12 años)

Un programa conducido por el zagaz y aventurero Alex Tremo que nos presenta la serie "Misión -Aventura- Descubrimiento", un ciclo de documentales protagonizados por científicos y especialistas que emprenden grandes aventuras en busca del conocimiento sobre la Historia de la Humanidad, biología, geología, etc. Este año, Alex Tremo está acompañado por un busto parlante que no cesa de opinar sobre todo lo que hace el conductor.



Lunes a viernes a las 16:00

Sábados a las 14:00

Domingos a las 11:00



Animales radicales – Adquisición – BBC
en Pakapaka (de 6 a 12 años)

Sorpréndanse con algunas de las criaturas más extremas del planeta. Hay lugar para todos: desde los Performers (como los lemures sifaka saltarines o los delfines danzarines) hasta las medusas tóxicas y los escalofriantes tiburones asesinos. La competencia es feroz. Cada episodio nos muestra a los animales concursantes con sus chances de triunfar, haciendo foco en sus diferentes características y examinando a los rebeldes, a los atletas y a los miembros más raros del mundo animal. ¿Quien llegará a la final? Imágenes sensacionales, hechos y análisis al estilo deportivo completan esta serie llena de acción.



Lunes a viernes a las 20:30



Producciones internacionales



Animaladas
en Ronda Pakapaka (de 2 a 5 años)

Una encantadora serie animada que presenta entretenidas explicaciones sobre la madre naturaleza, los cuentos de hadas y el mundo que nos rodea. Está ambientada en un mundo de maravillosas paradojas, donde los desiertos dorados son rodeados por vastos océanos. Los habitantes de este mágico reino son monstruos, animales y otras criaturas imaginarias.



Lunes a viernes a las 13:15

Sábados a las 11:15



Cocoricó
en Ronda Pakapaka (De 2 a 5 años)

Cocoricó es la historia de Julio, un chico de 8 años muy curioso e inteligente que adora la música, los animales y que vive haciendo travesuras. El nació en una gran ciudad pero va a pasar las vacaciones con sus abuelos a la hacienda Cocoricó. Allí se encontrará con los animales de la granja con quienes compartirá distintas aventuras y enseñanzas.



Lunes a viernes a las 15:00

Sábados a las 13:00




Stella y Sam – Adquisición - Canadá
en Pakapaka (de 6 a 12 años)

Stella es independiente, valiente, aventurera y siempre tiene algo para decir en esta serie. Eso es bueno porque cuando tenés un hermano pequeño que quiere explorar el mundo tenés que saber mucho. Cuando Stella le explica las cosas, cualquier cosa que ella diga podés estar seguro que te va a hacer sonreír.



Lunes a viernes a las 10:30 y a las 17:00

Domingos a las 18:00











Canal Pakapaka por TV Pública: La lleva Latinoamérica































(Buenos Aires)


Desde el lunes 2 de enero se emitirá por el Canal Pakapaka, a través de Canal 7 - TV Pública el programa “La lleva” Latinoamérica (el juego de la mancha por América Latina).

Horario: de lunes a viernes a las 17.30 hs


La lleva Latinoamérica es una mega producción realizada por Pakapaka en conjunto con Colombia, México y República Dominicana c on formato de reality, esta serie de 24 capítulos fue grabada en 24 ciudades a lo largo de 4 países de América Latina
Acompaña la serie el sitio: www.senalcolombia.tv/lalleva


También el lunes 2, de lunes a viernes a las 15.00 se estrena en canal Encuentro y continúa en Pakapaka, de lunes a viernes a las 11.30 y a las 20.00; Sábados a las 15.30 y Domingos a las 17.00

Canal 7 estrena el lunes 2 de enero a las 17.30, la serie “La lleva” Latinoamérica, un reality de 24 capítulos realizado por Pakapaka en conjunto con Colombia, México y República Dominicana en el que chicos y chicas de diferentes países experimentan la aventura de viajar a lugares desconocidos para hacer nuevos amigos, y a través de las experiencias que comparten entre sí descubren y comprenden otras formas de pensar y de vivir.

En cada capítulo de “La lleva” (nombre colombiano del juego que en Argentina se conoce como "La mancha", en México como "La traes" y en República Dominicana como “El topao”) un chico o chica recibe la visita de un chico de otro lugar, a quien hospeda durante varios días y le muestra su entorno, su cotidianidad y su forma de vivir y de jugar. Una vez finalizada la visita, el anfitrión cambia de rol y arma las valijas para emprender, en el siguiente capítulo, su propio viaje y embarcarse en la aventura de conocer el mundo de otro chico o chica.

La serie comienza con el viaje de un chico a la ciudad colombiana de Quibdó. Su anfitrión, otro chico, luego se convierte en el invitado en la próxima ciudad y así, sucesivamente, “La lleva” recorre 24 ciudades de 4 países.

La serie “La lleva” se propone darle la voz a los chicos y chicas para que se encuentren y se conozcan entre sí y para que nos cuenten y presenten su mundo a su manera. Ellos, con su creatividad y capacidad expresiva, generan el contenido de la serie, proponiendo los personajes, los lugares, los juegos y las actividades que integran cada capítulo.
La primera temporada de “La lleva” se realizó íntegramente en Colombia, y en esta segunda temporada “La lleva” Latinoamérica recorre el Norte de Santander, Chocó, Antioquia, Cesar, San Andrés y Providencia y Cauca en Colombia; luego Puerto Plata, La Vega, Villa Mella, San Juan de Managua, Pedernales y San Pedro de Macorís en República Dominicana; pasa al Distrito Federal, Veracruz, Zacatecas, Nayarit, Michoacán y Jalisco en México; prosigue en Buenos Aires, Mar del Plata, Misiones, Mendoza, Jujuy y Córdoba en Argentina y finaliza cuando el último protagonista regresa a Colombia. De esta manera se pretende establecer un intercambio cultural único en América Latina, visto desde la particular perspectiva de los chicos y chicas de estas ciudades.
“La lleva” es una co-producción del Canal Pakapaka de Argentina, la Señal Colombia de Colombia, la Universidad de Guadalajara de México, y FUNGLODE (Fundación Global para la Democracia y el desarrollo) de la República Dominicana, quienes buscan desarrollar nuevas propuestas para el desarrollo de una televisión de calidad e inclusiva, con identidad latinoamericana, que le permita a los niños y niñas ser los verdaderos protagonistas y conductores de historias emocionantes y divertidas para enriquecer la programación infantil en nuestra región.
Este reality para la televisión infantil cultural es un formato desarrollado en el marco del proyecto de televisión infantil cultural del Ministerio de Cultura de Colombia y por la Señal Colombia, La Dirección de Comunicaciones del Ministerio de Cultura de Colombia, el Centro Ático de la Pontificia Universidad Javeriana y Canal 13.
En su primera temporada, “La lleva” fue ganadora del Theme Prize en el Festival Prix Jeunesse Internacional 2010 y de dos premios India Catalina 2011 en las categorías “Mejor Programa Infantil” e “Innovación en T.V.”. También fue nominada al JAPAN PRIZE 2010 en la Categoría Primary.


Además, la serie está acompañada por el sitio www.senalcolombia.tv/lalleva donde chicos y chicas podrán participar y obtener más información sobre los anfitriones e invitados, los recorridos, los juegos, las salidas, etc.
De esta manera, “La lleva” acompaña los objetivos de convergencia de los canales y organismos participantes, y promueve un espacio multimedial donde puedan reconocerse, aprender, conocer, participar y expresarse.
La serie se emite en Argentina por el canal Pakapaka, en Colombia por la Señal Colombia, en República Dominicana por el Canal Telemicro y en México por el Canal 44.








http://www.pakapaka.gov.ar/










http://www.encuentro.gov.ar/



Pakapaka es un canal federal, donde los chicos y las chicas son los protagonistas. Es un lugar de diálogo con la escuela y un espacio lúdico e imaginativo. Para Pakapaka la infancia actual es un desafío.