sábado, 19 de junio de 2010

¡¿Dinosaurios?!- Lila Prap












¡¿Dinosaurios?!
Lila Prap
Editorial Una Luna

¿Qué tipo de animales eran los dinosaurios? ¿cuáles fueron los más temibles?¿cómo fueron evolucionando a lo largo del tiempo? Éstas y otras preguntas son contestadas en este libro de Lila Prap con bellísimas ilustraciones.


más sobre dinosaurios:

Unidad temática sobre los dinosaurios publicada en la revista Barco de papel:



Mi perro Roberto







Mi perro Roberto

Rodrigo Folgueira

Dibujos: Poly Bernatene

Editorial Una Luna

(Buenos Aires)

¿Qué pasa cuando un perro con la boca abierta se traga sin querer un canario?

Ésta es la historia de Roberto, un perro al que le ha ocurrido justamente eso.

El canario se llama Ignacio y no quiere salir de la panza del perro, sigue vivo ahí.

Mi perro Roberto es la divertida historia de un perro que “sabe lo que es tener pajaritos en la panza”.

Recomendado a partir de los 4 años.

Boris: Juegos de Vampiros




Boris:

Juegos de vampiros

Luciano Saracino

Ilustraciones: Omar Hechtenkopf

Editorial Una luna

(Buenos Aires)

La casa de la familia Vampyr se eleva silenciosa sobre la colina: así empieza esta historia de vampiros protagonizada por Boris y por Lila, y también por Magda, una niña que no teme a los vampiros y juega con ellos.

Al llegar los dueños de casa, el Conde Magnus y su mujer, Carmilla, se sorprenderán al encontrar a los vampiritos jugando con una humana.

Aquí soy sólo la gata



Aquí soy sólo la gata

Hanna Johansen

Ilustraciones:

Hildegard Müller

Traducción: Jorge Salvetti

Editorial Una Luna

(Buenos Aires)

Aquí soy sólo la gata empieza con la historia de un perro que llega a la casa donde vive una gata. La narradora es la gata humanizada, miembro de una familia que ha decidido tener un perro. Al llegar éste a la casa, la gata se va, pero no por mucho tiempo.

También la gata narra qué fue lo que le pasó cuando llegó a la familia con quien vive: “…a una familia primero hay que acostumbrarse. Después de un tiempo de estar ahí, decidí adoptar a mi familia. No hay obligación de hacerlo. Siempre existe la posibilidad de irse.

Muchas veces estuve a tiempo de decir adiós y volverme independiente.

Pero siempre había algo que era más fuerte que el deseo de irme. ¿Qué era?

¿Costumbre? ¿Cariño? ¿Confianza? Mejor no nos preguntemos qué era. Digamos simplemente: amo a mi familia…”.

La gata observa continuamente a los seres humanos que viven con ella y tiene sus opiniones como cuando la madre cocina. Pero, advierte: aquí soy sólo la gata, y por mí cada uno puede comer como mejor le parezca.

La gata también tiene sus quejas que llegan a su máxima expresión cuando los dueños deciden irse de vacaciones.

Recomendado a partir de los 8 años.

Lecturas: La bruja de mi barrio




La bruja de mi barrio

Luciano Saracino

Ilustraciones: Fernando Rossia

Editorial Una Luna

(Buenos Aires)

El narrador de “La bruja de mi barrio” recuerda su infancia en el barrio donde se jugaba con una pelota de cuero. Esto no pasó hace tanto tiempo como puede suponerse. La barra se llamaba “la barra de la pelota de cuero”.

La barra de pibes que jugaba en el barrio con esta pelota “igual a la del Mundial” también tenía sus conocidos como el maquinista del tren que los saludaba con un bocinazo de la locomotora.

También en el barrio existía una casa extraña que se inclinaba hacia un lado.

Era la casa de la bruja del barrio.

El problema empezaba cuando la pelota de cuero saltaba el muro de la casa embrujada. Ahí empezaba el miedo …porque la bruja echaba una maldición.

Las aventuras de estos chicos del barrio introducen a los lectores en el mundo del barrio, de la barra de pibes, de los juegos en la calle, ése que existe todavía en muchos lugares y que ha desaparecido en las grandes ciudades.

Recomendado a partir de los 8 años.

jueves, 17 de junio de 2010

El árbol que tiembla - Mirta Soler




No sé en qué lugar, allá en el campo alguien encontró una mulita bebé, muy pequeñita que cabía en una mano, podía dormir y tomar el biberón.
Y así fue que en una familia de humanos creció y creció y le pusieron de nombre Cacha.
Y ya que estamos te cuento, que a Cacha la cobijó Doña Justina, que siempre vestía una pollera larga, tenía el cabello blanco y unos ojos grandes, además una sonrisa , porque siempre estaba contenta y fue quien le que le dio todo el amor del mundo.
Un día Cacha ya con su caparazón dura y fuerte, porque ya se sentía adulta decidió dar un paseo por el gran patio de la casa.
No saben ustedes todo lo que descubrió, olfateando de aquí para allá y sus uñas en la tierra pudo probar.
Se acordó? ¿De qué se acordó?
Que cuando ella nació vivía en una cueva y tuvieron que construirla con mucho esfuerzo sacando y sacando tierra. ¡Y que trabajo!
Es el momento de probar y con inteligencia ancestral empezó la construcción , importante fue que nadie viera cómo y dónde , y se aseguró mirando para un lado y para el otro y cuando escuchaba un ruido se hacia una bolita.
Y así fue que empezó a cavar y cavar y a sacar tierra , hasta construir un gran túnel, que como les decía nadie sabia , y siguió cavando y cavando hasta que llegó a una raíz de un árbol , ahí si que se le complicó, no se veía mucho ahí abajo, así que empezó a rodearlo , y el árbol cada vez que Cacha sacaba un poquito de tierra , temblaba y temblaba , de tal manera que una familia gorriones que tenia su nido no podía hacer dormir a sus gorrioncitos bebe , y además el único frutos del manzano , PAM … salió rodando y rodando y nadie la encontró.
Mientras Cacha hacia su trabajo , ahí abajo , alla arriba Justina se empezó a preocupar , porque el árbol temblaba , entonces llamó al servicio metereolgico , para que avisaron tambien al servicio sismológico.
Pero pensó también que podría tener frío, mucho frío. Buscó una manta de lana y se la puso con un broche, le trajo una bufanda polar, pero seguía y seguía igual , entonces llamó a la vecina y la vecina se asustó, y salió corriendo , llamó a los bomberos , que vinieron más que ligero , y entre todos la tenían fuerte con sus manos, la abrazaron, y corriendo vinieron todos los vecinos del barrio y los periodistas de televisión.
Al escuchar que algo estaba pasando arriba Cacha se quedó quieta y el manzano también .
Ya está dijeron los bomberos, ahora no se va a mover más, no tiene más frío el manzano.
Por una largo rato, Cacha se quedó escuchando , y como estaba todo tranquilo allí arriba, siguió con su trabajo.
El manzano empezó a temblar nuevamente, Justina se puso a llorar y no quería llamar más a nadie , una lágrima llena de miedo cayó en la tierra mojando la raíz.
Cacha sacó el hocico para ver qué pasaba y la encontró llorando a Justina , que temblaba de miedo y la mulita Cacha le explicó que era lo que estaba pasando, que se estaba construyendo una casa de mulita y por eso el manzano temblaba y se movía y que ya no temblaría más porque encontró la solución: que a el túnel lo debía de hacer para el otro lado donde no estaba la raíz del manzano .
Sólo Cacha y Justina saben lo que pasó, no se lo cuentes a nadie, este cuento es para vos.


(c) Mirta Soler



General Lamadrid

Provincia de Buenos Aires

Argentina

Una visita al zoológico - Isabel Díez Serrano







Hoy iremos al Zoo
por mi hermanito,
quiere ver a los monos
y los ositos.
Ya se murió Chulín
que era el osita panda.
Si no hay osos veremos
a las jirafas.
Les das la zanahoria
y la mascan entera,
con sus cuellos tan largos
y su cara de pera.
A mí me gustan todos,
todos los animales,
los peces de colores
y hasta los caimanes
Ayer me traje un grillo
metido en una caja,
mamá casi se muere,
me echaba de la casa.
Dice mamá que luego
volveremos cansados,
más merece la pena
un buen día de campo.


(c) Isabel Díez Serrano
Madrid
España

fotografía: iguana cruzando camino, Asociación Argentina de Pesca - archivo: Araceli Otamendi