domingo, 26 de diciembre de 2010

Los brujitos cocineros - María Alicia Esain




LOS BRUJITOS COCINEROS

¿Brujitos en la cocina?

¡Qué asunto disparatado!

Harán galletas de escoba

y plumeritos asados.

Encenderán la cocina

con leña de trapos viejos

y cuando pelen cebollas

llorarán frente al espejo.

Después querrán hacer guiso

con fideos de lombriz

o churrascos de repollo

o tomates con anís.

Dejarán sobre la mesa

mosquitas azucaradas

y vasos con jugo negro

de cucarachas asadas.

Al terminar tal desastre,

se irán a armar una orquesta

que con ollas y sartenes

le dé música a la fiesta.

Luego se irán a dormir

a sus cuevas olorosas.

Allí los esperan sapos

y mil negras mariposas.

Cuando llegue la mañana

a la escuela han de marchar

y a sus brujosos amigos

besos brujos han de dar.

(c) María Alicia Esain


2007


Provincia de Buenos Aires

Viaje a las estrellas - Guillermo Abramson



Viaje a las estrellas

De cómo (y con qué) los hombres midieron el universo


Guillermo Abramson

Siglo Veintiuno Editores


(Buenos Aires)


Este libro cuenta la historia de la medición de la distancia a las estrellas. Contada por Guillermo Abramson, doctor en Física, profesor del Instituto Balseiro e investigador del CONICET.

“…No deja de ser sorprendente - tratándose de objetos tan lejanos y que existen en una escala de tiempo y de espacio tan distinta a la humana – lo que la astronomía moderna sabe sobre las estrellas. No se puede, por ejemplo, tomar muestras de ellas y llevarlas al laboratorio para estudiarlas, ni observarlas a lo largo de sus existencias. Sin embargo la comprensión que la ciencia ha alcanzado acerca de todo lo relativo a las estrellas es enormemente exacta y exitosa, sin duda uno de los grandes logros de nuestra civilización. Sabemos cómo nacen y cómo se forman, junto con los planetas que las acompañan, a partir de las nubes de gas y de polvo que pernean el espacio (a las que iluminan y esculpen con la intensa radiación de sus años juveniles). Sabemos que algunas viven lentamente y se extinguen en paz formando coloridas nebulosas llamadas “planetarias”. Otras, en cambio, viven rápidamente y concluyen sus existencias de manera violenta y explosiva; es el caso de las supernovas. Todas acaban devolviendo al espacio interestelar buena parte de la materia que las formó, enriquecida con los nuevos elementos forjados en sus hornos termonucleares. Material que contribuirá a la formación de la siguiente generación de estrellas y sistemas planetarios.

Vale la pena reflexionar sobre este permanente reciclado de la materia en la Galaxia, ya que es la misma de la que estamos hechos nosotros: el calcio de nuestros huesos, el hierro en nuestra sangre, el oxígeno que respiramos, el color de la clorofila de las plantas, el oro de los anillos de bodas, todo, todo ha sido forjado en los hornos termonucleares de generaciones de estrellas anteriores a nuestro Sol. Tal vez sea ésta la contribución más valiosa de la astronomía del siglo XX a nuestra cultura: adoptando una perspectiva adecuada podemos llegar a comprender que somos el propio universo conociéndose a sí mismo…”.



Sónoman - El hombre del Poder-Músico-Mental - Oswal




Sónoman

El hombre del Poder-Músico - Mental

Oswal

Ediciones de la Flor

(Buenos Aires)

Las historias incluidas en el presente volumen fueron originalmente publicadas en la revista infantil Anteojito entre los años 1966 y 1975 con copyright Osvaldo W. Viola. Ahora Ediciones de la Flor las publica en forma de libro. Sónoman es una historieta donde se destaca la fuerza de su dibujo y restallante color.


Como introducción, se publica una entrevista al superhéroe Sonoman, quien dice: “Mis pensamientos y mis sentimientos son normales, iguales a los de cualquier persona”. Y ante la pregunta de “si se piensa que los superhéroes son perjudiciales al común de los lectores, porque pueden hacerles perder el sentido de lo real, o sea, valorizar mal lo de cada día, en especial a los chicos y a los jóvenes”, la respuesta del personaje es “Si no hemos perdido la capacidad de asombro por lo cotidiano, por lo hermoso y deslumbrante de las cosas simples y comunes de la vida: el andar de una hormiga, la maravilla de un libro o la belleza de un atardecer, esa fantasía, como diversión o distracción, no daña y hasta puede ser positiva…”.

El autor tiene una larga trayectoria en el género historietas. En 1966 cuando le pidieron un personaje para la revista infantil Anteojito, creó Sonoman, cuyas aventuras lo ubican entre los superhéroes. Su publicación se prolongó durante diez años, hasta 1975, marcando la infancia de toda una generación.

Otros de sus trabajos de autor – guión y dibujo – fueron “El espíritu de Mascarín” y, últimamente, “Tango en Florencia”. En colaboración con guionistas de gran prestigio como Albiac, Abolí y Yaqui ilustró, entre otras, “Big Rag”, “13 relatos negros” y “Con summatum Est”.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Jugando con el arte: Alfredo Guttero
























(Buenos Aires)

Estas imágenes del pintor argentino Alfredo Guttero corresponden a una muestra realizada en el Museo de Arte Latioamericano de Buenos Aires en 2006.

Actividades propuestas:

mirar atentamente las imágenes

describir lo que se ve

qué colores se usaron

qué formas geométricas se encuentran

escribir un relato breve inspirado en cada imagen



Biografía de Alfredo Guttero

Alfredo Guttero (Buenos Aires, 1882 – 1932)


es uno de los artistas clave de la historia del arte argentino. Sus pinturas y yesos cocidos, técnica personal inventada por el pintor en 1927, constituyen un cuerpo de obras que lo ubica entre los principales protagonistas de la renovación cultural ocurrida entre fines del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX en lo que los historiadores llaman la modernidad.

Guttero pasó la mayor parte de su vida profesional estudiando y trabajando en Europa, especialmente, en París y con breves residencias en Alemania, Austria e Italia, y viajando por diferentes ciudades de España, Inglaterra, Francia y Suiza. Después de más de dos décadas de ausencia, finalmente, en septiembre de 1927, regresó a Buenos Aires, donde desplegó una intensa actividad hasta el momento de su muerte en diciembre de 1932.

Durante esos cinco años en la Argentina, Guttero se dedicó a trabajar en su obra y a exponer en los salones nacionales y provinciales de bellas artes que se extendían por el país, así como a inaugurar muestras individuales y a participar de exposiciones colectivas. Pero, al mismo tiempo, se convirtió en un hombre de acción destinando gran parte de su tiempo y esfuerzo a diseñar y desplegar estrategias y planes de lucha con el objetivo de afirmar la presencia del arte moderno en la Argentina y para enfrentar los aspectos más reaccionarios y conservadores del ámbito artístico local. Guttero fue asesor de la Asociación Amigos del Arte y director artístico de la sala de exposiciones de la Asociación Wagneriana; participó en varias publicaciones especializadas y de vanguardia; fue miembro de la Agrupación de Artistas Camuatí y autor en la revista homónima; propuso un programa de barracas desmontables de exposiciones, sus “girantas”, que debían recorrer los barrios porteños; organizó exhibiciones individuales de sus colegas, participó de jurados de admisión en salones oficiales; firmó cartas y petitorios públicos dirigidos contra la burocracia institucional reclamando modificaciones de política en el Museo Nacional de Bellas Artes y la Comisión Nacional de Bellas Artes; apoyó proyectos editoriales renovadores enfocados en la historia del arte argentino; buscó fortalecer los intercambios de exposiciones e información con intelectuales y artistas de Uruguay y Brasil; se comprometió con la actualización de la enseñanza y fue cofundador de un taller libre; creó nuevos modelos de salones y novedosos circuitos de visibilidad para los pintores y escultores nuevos fundando y organizando periódicamente el Salón de Pintores Modernos presentado en Buenos Aires, La Plata, Rosario y Montevideo.

imagénes publicadas:

Anunciación, 1927

Óleo sobre tela

180 x 136

Colección Galería Vermeer, Buenos Aires


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Georgelina, 1915

Óleo sobre tela

100 x 80

Colección Zurbarán, Buenos Aires


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Paisaje de Puerto Nuevo o Paisaje de puerto o Elevadores, 1928

Pigmento industrial, yeso y cola natural

sobre madera terciada

61 x 71

Colección particular, Buenos Aires




















































































































jueves, 9 de diciembre de 2010

Pepita Catalina se perdió









¿Dónde está mi Pepita Catalina? –preguntó Cecilia, con ganas de llorar. Esa noche se quedaría a dormir con sus abuelos, pero sin su muñeca de trapo al lado, el sueño no vendría nunca.

-Yo no la vi- dijo Bernardo- Acá, con mis herramientas, no está- y siguió arreglando su grúa verde. -Si la encuentro desarmada, le pongo tornillos y te la doy.

Gabriel, por su parte, exclamó:

- Yo tampoco la vi. Estoy luchando contra los monstruos ¡No sé si ellos se la llevaron, pero les ganaré y la traeré de vuelta para la noche, te lo aseguro, Cecilia!

El bebé Vittorio sólo hizo BRRRRRRRRRRR Ta Ta- (Él todavía no sabe hablar, pero seguro que quiso decirle a Cecilia):

Yo tampoco la vi. Si la encuentro en mi cuna, te la doy. Sólo necesito a mi elefante azul para dormir…)

Cecilia se sintió cada vez más triste, tanto, que hasta se le desenrularon no solamente los rulos, ¡sino hasta sus pestañas! Su naricita se perdió entre los cachetes y dos lágrimas panzonas bajaron de sus ojos.

-¿Dónde está mi Pepita Catalina? ¿Cómo haré para dormir sin ella en la casa de la abuela? Si no la tengo conmigo, el sueño no vendrá.

En ese momento, llegó Dorotea, la vecina coqueta de enfrente. Cuando se enteró de lo que sucedía, dijo, resuelta:

-¡Pero querida, comprate una MELANIE, la muñeca que está de moda! ¿Para qué tener una de trapo si MELANIE es como las modelos de televisión? Pepita Catalina es una antigüedad.

Pero yo la quiero mucho- dijo bajito, la nena- es suave y blandita. La hicimos con la abuela en una tarde de lluvia. Ella la cosió y yo le ayudé. Le pusimos peluquita y botitas en los pies…Y otras dos lágrimas fueron bajando de sus ojos…

En ese momento sonó el teléfono. Era Lilú, la bibliotecaria. Preguntaba por la dueña de la muñeca.

-¡Hola! ¿Cecilia? - ¿Recordás que vinieron hace un rato, con la abuela, Bernardo, Gabriel y el bebé Vittorio a buscar cuentos? Hay algo que olvidaste…

¡A Pepita Catalina!- exclamó, casi segura, Cecilia.

-¡Sí!- respondió Lilú- La dejaste en el estante de los cuentos de brujas. Ella se quedó leyéndolos…Recién la vi. Al salir, te la alcanzaré. También llevaré los libros que le gustaron.

Esa noche, la abuela leyó a todos, muchos cuentos de brujas y Cecilia logró dormir feliz con Pepita Catalina.

(c)María Alicia Esain

Navarro

Provincia de Buenos Aires

domingo, 5 de diciembre de 2010

La hoja del titiritero

http://www.hojacal.info/hojacal_Noticias21.pdf

El día que no salió el sol - Marié Rojas Tamayo






EL DÍA QUE NO SALIÓ EL SOL

Cuento infantil

de Marié Rojas Tamayo

Ilustrado por Sarah Graziella Respall Rojas

EL DÍA QUE NO SALIÓ EL SOL


Aquella mañana los animalitos diurnos demoraron en despertarse. Los nocturnos hicieron horas extra esperando a que se marchase la oscuridad. Pero pasado un tiempo, comenzó a ser evidente que el sol no iba a salir. El murciélago voló a averiguar qué pasaba y regresó con la noticia:

Una nube inmensa, pesada y oscura, cubría al pobre sol, atrapado tras su sombra, sin posibilidad de anunciarse con uno de sus amaneceres coloridos.


Inmediatamente convocaron una asamblea. Los animales se reunieron alrededor de la sabia abejita, quien les dijo: “Hermanos, hay que rescatar al sol de esta nube que lo tiene preso, debemos encontrar una solución”.


Las mariposas propusieron alzar su vuelo lo más alto posible y batir alas con todas sus fuerzas… sabido es que el viento empuja a las nubes, llevándoselas a otras regiones. Allá volaron en bandadas. Pero por más que lo intentaron, la intrusa no se movió ni un poquito. Regresaron agotadas.


Habló la mamá de una familia de osos y propuso tirarle piedras a la nube; tal vez la asustaran y lograran que se marchara. Comenzó una andanada de piedras a volar por los aires. Pero descendieron a toda prisa para caer en la cabeza de los que no corrieron a esconderse.


Las arañas tejedoras propusieron hacer una gran red y atrapar a la nube, tirar de ella y llevarla lejos. Nadie estuvo de acuerdo porque una vez hecha la red no sabrían como hacer caer en ella al nubarrón…


Entonces un zunzún a quien nadie hacía caso, porque era el ave más pequeña del mundo, les dijo: “Ayer volé cerca de unos niños, les escuché decir que las nubes están hechas de gotas de agua y que si se canta muy alto se hace que estas gotas caigan. No sé si es verdad, ¡pero vale la pena probar!”.

Estuvieron de acuerdo. Cantar una canción no es difícil como cazar la nube en una red, ni fatigoso como abanicarla para que se marche, ni peligroso como lanzar piedras. Haciendo un gran coro, los animales comenzaron a cantar para que la nube se transformara en lluvia y dejara libre al sol. Aullaban los lobos, trinaban las aves, gruñían los osos, bramaban los ciervos, chillaban las ardillas…

Hasta la serpiente sorprendió a todos con su melodiosa voz.


De pronto, una gota cayó sobre la cabeza de la lechuza, que voló gritando: “¡Más, más, más!” El canto se elevó, a esa gota le siguió otra, ya eran millones, mientras la nube se iba desvaneciendo, dando paso a los primeros rayos de luz. Cuando quedaban apenas unas gotitas, el sol las transformó en un bello arco iris, agradeciendo a los animalitos su canción.


De este modo comenzó el nuevo día. No sabemos si fue gracias a la canción que la nube se transformó en lluvia, o si era un cuento más de los que suele inventar el zunzún, tan pequeñito como juguetón. ¡Lo cierto es que valió la pena intentarlo!

(c)Marié Rojas Tamayo

(c)Ilustraciones: Sarah Graziella Respall Rojas, 9 años

4to grado

Escuela Pepito Mendoza


Cuba

El Blog Desde la biblioteca- novedades



Nuevo posteo del Blog de la Biblio

www.escuela-5.blogspot.com

Muestra interescolar "Alas para un mismo vuelo".